Por Víctor Hugo Castro
Cuesta explicar y entender cómo puede llegar a la victoria un equipo que no propone nada más que defenderse, sin embargo, la victoria de Deportivo Maldonado frente a Atenas encuentra en este caso una explicación muy clara y es el oficio, la experiencia, el "carpeteo" del equipo fernandino. Atenas pagó muy caro sus errores defensivos empresentables ante un equipo que lo atacaba con un jugador y se quedó sin respuestas en ofensiva como para solucionar las macanas en defensa. Así Deportivo, que apenas se propuso ganar 10 minutos en todo el partido -del minuto 30 al 40 del primer tiempo- se quedó con una victoria que le viene muy bien, que tiene explicación pero que suena injusta a todas luces.
Atenas arrancó mejor y como se suponías, proponiendo ofensivamente. Deportivo, también como se suponía, se paró con un solo delantero , preocupado el el juego que podía realizar el rival.
Atenas tuvo la pelota y encontró facilidades por el costado derecho de la defensa rojiverde, por donde Martín Rodríguez apareció siempre solo, pero este resolfió siempre en forma defectuosa y las intenciones y posibilidades ofensivas de Atenas trerminaban siempre en forma intrascendente en ela cercanía del área.
Por la media hora de juego los vientos del partido comienzan a cambiar. Deportivo se adelanta unos metros en el terreno y desnuda uno de los defectos principales de este Atenas que es su poca contención en el mediocampo. Bastó con que Deportivo se adelantara para ya quedarse con la pelota. Asi aparecieron un par de pases en profundidad para Gutiérrez que demostraron que la última zona de Atenas también estaba para la cachetada. En el minuto 34 llega la apertura tras dos centros que ni la defensa ni el arquero de Atenas resolvieron bien, para que Amarilla pusiera el 1 a 0. Deportivo tuvo 5 minutos más donde pareció querer ir al frente, pero fue casi un espejismo, de a poco retomó su esquema ultra defensivo.
El segundo tiempo
El arranque del segundo tiempo no podía ser mejor para Atenas. Uno se imagina la preocupación del equipo en el entretiempo por saber cómo iba a hacer para entrarle al equipo de Rivas. A los 2 minutos, un poco con suerte, logró empatar por intermedio de Robaina, quien casualmente apareció solo por el medio del área luego de un centro desde la derecha. Parecía que todo se le hacía fácil para Atenas. El empuje anímico de ese empate se terminó tan solo 13 minutos después. Todo arranca en un error del muy mal árbitro que resultó ser Pastorino, quien se come un faul contra Valiente en la mitad de la cancha, que luego no para el juego cuando el jugador está caído -Deportivo sigue jugando como si nada- y que termina cobrando un faul a favor del rojiverde. De ese tiro libre llega el segundo gol, otra vez mediante juego aéreo y donde Hernández le gana a los grandotes del fondo azulgrana, amén del salgo o me quedo del arquero José Hernández quien también falló en la oportunidad. Ese gol fue para Atenas el golpe de gracia. Nunca más el azulgrana logró encauzar el partido. Wilmar Cabrera propuso variantes, tardías a mi entender. Mandó a la cancha a Márquez y Arigón, sacando a Valencio y Trinidad -yo no hubiera sacado a Valencio-. Los cambios no dan resultado, entonces manda a La Cruz y saca a Lemos y ahí se entendió menos todavía. Estaba cantado que tenían que salir o Robaina o Valiente, ya que ninguno de los dos llegaban al área, es más, Atenas atacaba y cuando la pelota rebotaba en el área siempre era para uno de Deportivo porque ninguno de los volantes de Atenas se arrimaba.
Así fueron transcurriendo los minutos hasta que se agotó el partido y Deportivo Maldonado terminó festejando y a lo grande un triunfo que era fundamental para sus posibilidades de entrar en los play off. Por el lado de Atenas hay que ver de qué manera influye esta derrota, pero lo cierto es que el equipo sigue primero en la tabla y dependiendo de sus propias posibilidades, por más que le quedan tres rivales muy difíciles, fundamentalmente Cerrito y Rentistas.
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